Nuestra salud depende, en gran medida, de una columna vertebral flexible y adaptable a los cambios y tensiones a que nos somete la vida cotidiana. El estrés, la mala alimentación, las emociones desequilibradas, las relaciones no resueltas, la falta de ejercicio, el mismo momento del parto para las madres y los bebés, un pequeño accidente o una simple caída impactan en nuestra columna provocando una subluxación vertebral o interferencia del nervio. Cuando no hay subluxación, las órdenes que van del cerebro a todos los órganos a través del sistema nervioso pasan con fluidez y mantienen nuestro cuerpo sano y prep ...